Las premisas eran: Ibiza, mar, playa y algo muy especial que no se diera normalmente en una boda.
Y a mi se me ocurrieron unos brazaletes con animalitos marinos plagados de piedras que recordaran al mar: turquesas, coral, perlas...
Así fue como los hice:
Y faltaba el packaging, para ello necesité unos metros de tela de lino, cordones de rafia, unos sellos de caucho, tinta y la ayuda de mi querida mama.
A mi me tocó el caballito de mar, y así disfrutamos ambos de los días posteriores a la boda.
Muchas gracias chicos por esa boda tan maravillosa y por hacer que lo pasáramos taaaan bien.
Qué seáis felices y comáis perdices para siempre!